¡Yo soy una de esas chicas!

Isa Calderón
4 min readFeb 8, 2021
by Mad Men Serie

Peggy olson es mi personaje favorito de la serie Mad Men, una serie ambientada en los años 50, llega a trabajar como secretaria en una agencia de marketing, poco a poco asciende por su talento y dedicación, se mete de lleno en su vida profesional, y a los 30 logra ser la jefa de marketing. Un día ella le cuenta a su hermana el deseo de irse a vivir en Manhattan para así estar más cerca de la oficina, a lo que su hermana le pregunta si ella quiere ser una de esas chicas, y Peggy responde ¡Yo soy una de esas chicas!.

Empiezo este artículo con ese grito de guerra porque ser una de esas chicas es tener nuestras metas profesionales bien claras y a la vista, porque estas metas tienen tanta importancia para nuestro crecimiento integral así como las demás áreas que componen nuestra vida.

A inicio de año, mi mejor amiga me contó que en la empresa donde trabaja se había abierto una posición en un área que ella siempre quiso trabajar y que era su área favorita de la carrera, además tendría un sueldo mejor y muchos retos profesionales, pero con mayor carga laboral que en su puesto actual, por otro lado se lleva bien con su jefe y compañeros, y a pesar de ganar menos eso lo compensa el tiempo que le queda para poder compartir con su bebé, ella es madre soltera así que debe pensar por los dos. Honestamente yo no sabía que aconsejarle porque es una oportunidad increíble sobre la cual yo no dudaría, pues no soy mamá para entender su dilema y darle el mejor consejo, así que me limité a escucharla y esperar que ella tomara su decisión. A los pocos días de esta conversación, ella me sorprendió gratamente con la noticia que se iba a postular al cargo.

Hoy fue la entrevista y por supuesto me contó cómo le fue. La entrevista fue con un gerente, el mismo que no estuvo de acuerdo con su ingreso a la empresa porque era muy pollita para el cargo, así que podrán imaginar lo nerviosa que estaba, tenía que demostrarle a ese señor que tenía las agallas y experticia para tomar el cargo, así que estudió muchísimo, se preparó bastante porque quería dejar claro que ser joven o madre no era argumento suficiente para ser descalificada. Al final de la entrevista, después de haber respondido todo lo técnico, el gerente le preguntó ¿Por qué quieres el cargo? y la respuesta fue: “porque siempre he querido trabajar en esta área, porque si no quedo, me seguiré postulando hasta conseguirlo”. Aún no sabemos el desenlace, pero al menos yo, no tengo dudas.

Su respuesta movió emociones muy fuertes dentro de mí, porque es la actitud que todos deberíamos tener, a veces uno se siente demasiado cómodo y olvida esa metas y sueños, pero con su respuesta me recordó que debo seguir insistiendo.

Algo que me causa gracia cuando saben que estudie Ingenierìa o me ven programando, suelen decirme “yo no soy buena para las matemáticas o para entender esos códigos raros”, cosa que me da gracias porque nosotras hemos crecido juntas así que les puedo decir que ni ella ni yo tenemos algún talento divino. De hecho todo lo que se me hace natural lo he conseguido por insistencia. En el colegio no era buena para matemáticas, así que hice muchos ejercicios del álgebra de Baldor para poder pasar mis exámenes con nota mediocre y a pesar de batallar con las matemáticas durante mi adolescencia decidí estudiar Ingeniería. Recuerdo mi primer examen en la universidad, fue de Matemática I y lo raspé a pesar de haber estudiado, pero no me desmotivé, todo lo contrario me esforcé tanto que fui una de las pocas personas que pasó matemática con buena nota, estoy segura que de no haber insistido, hoy no sería ingeniera y no estaría trabajando en el área de desarrollo. Sé que ella tampoco la tuvo fácil, vivía muy lejos de la universidad y tenía que hacer muchos sacrificios para estar en clase de 7 o quedarse hasta las diez de la noche por algún examen, tampoco le fue bien en matemáticas, también tuvo que emigrar, y cuando decidió hacerlo lo hizo con una barriga, cuando pudo trabajar le tocò hacerlo en sitios que no le gustaban, pero insistió y ahora ejerce su carrera.

Como cosas del destino hoy me encontré esta frase en el maravilloso mundo del internet, es de la mamá de Angelica (los rugrats) dando este consejo: “En una estructura dominada por hombres, Angelica tendrá que beber, respirar y sudar autoestima”.

Es decir, para crecer profesionalmente en un mundo mayoritariamente de hombres, nosotras debemos creernos la historia, así mil veces nos digan que no, así fracasemos mil más, nunca debemos dejar de ser una de esas chicas.

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